Las autoridades reportan al menos 6 muertos y unas 30 personas heridas en el accidente entre 40 y 60 vehículos
En la tarde del pasado lunes 1 de mayo, varios vehículos chocaron en la carretera interestatal 55 de Illinois, en Estados Unidos. Todos fueron sorprendidos por una tormenta que arrastraba consigo arena.
El portavoz del Distrito 10 de la Policía Estatal de Illinois, Ryan Starrick, dijo a los medios que hubo casi un total de 60 vehículos de pasajeros implicados en el accidente. “Las heridas que presentan los pasajeros de los vehículos varían desde ser muy leves a potencialmente mortales”, añadió.
Las fuerzas de rescate añadieron a lo anterior que, de esos 60 vehículos de pasajeros, 30 eran vehículos comerciales; y entre ellos, dos camiones resultaron incendiados en el accidente.
El Departamento de Transporte de Illinois comunicó en su cuenta Twitter que muchos de los afectados entre 2 y 80 años están en estado muy crítico. Además, comunicaron que la I-55, a la altura de los condados de Sangamon y Montgomery, se encontrarían cerrada en ambos sentidos, ya que se redujo en gran manera la visibilidad debido a “numerosos choques causados por una tormenta de arena”.
LLEGADA DE LAS AUTORIDADES
Si bien añadieron que este tipo de accidentes no son novedosos, la cantidad de vehículos y víctimas fue inusual. Un funcionario de la Agencia de Manejo de Emergencias del condado de Montgomery dijo que era difícil llegar a los heridos porque algunos vehículos estaban en llamas cuando llegaron los primeros servicios de emergencia.
Más tarde, los servicios de emergencia realizaron una “búsqueda secundaria” en el área debido a la poca visibilidad. Aun así, Starrick expuso que creen que han transportado a todos a salvo fuera de la interestatal.
Tras el accidente, el Servicio Meteorológico Nacional en Lincoln, Illinois, emitió una “advertencia de arena” a la 1:25 p.m., hora local. “Se esperan visibilidades severamente limitadas. Conducir será “peligroso y posiblemente mortal”, decía la advertencia.
Los vientos en toda la región han tenido ráfagas de entre 56 y 72 km/h, velocidad que no se estimaba, ya que se suponía que el viento no superaría los 34 km/h, según estimaron las alertas meteorológicas de los días anteriores.
La advertencia añadió que las personas con problemas respiratorios debían planear quedarse en casa hasta que pasara la tormenta. Además, la nota también apeló a todos los habitantes para que estuvieran preparados para una disminución repentina de la visibilidad “a casi cero”.