Todos necesitamos un descanso de vez en cuando. Los ciclos del sueño están relativamente bien estudiados en humanos y otros animales, como el resto de mamíferos, aves y reptiles. Pero habría que formular la siguiente pregunta: ¿qué pasa con los invertebrados? ¿Acaso duermen o tienen sueños?

Buenas noches a todos
El sueño y estados similares al sueño se dan en todos los animales. En muchos casos, no es tan fácil de saber si un animal duerme o no a simple vista, sobre todo si no tiene párpados u ojos. Para saber si una abeja o una lombriz abandonó la vigilia, lo único que podemos observar es su comportamiento: inactivos y presentando respuestas lentas a los estímulos.

Estos períodos de inactividad suponen un modo de ahorrar energía, de forma que los animales solo están despiertos cuando es necesario. Por ejemplo, para una abeja, solo es útil mantenerse activa durante las horas de luz para localizar las flores y su néctar. En el caso de una lombriz, solo se desplazará por el subsuelo cuando sea el momento de buscar alimento o pareja.
En definitiva, todos dormimos, ¿pero también todos soñamos? La respuesta a esta pregunta es mucho más compleja, sobre todo en los invertebrados. Cuando se trata de un animal como un pájaro o un roedor, es más fácil usar las técnicas necesarias para observar la actividad cerebral del animal y compararla con la de un ser humano soñando. Además, existe un factor clave que no suele darse en los animales sin esqueleto interno: el movimiento de los ojos durante la fase de sueño REM.
Sueño REM: es una de las fases de los ciclos de sueño que se dan mientras estamos dormidos. Se caracteriza por movimientos oculares rápidos, y coincide con los momentos en los que se dan los sueños. Es clave para la memoria y el aprendizaje.
Se han realizado estudios sobre la posibilidad de que esta fase del sueño tenga lugar en invertebrados, como en pulpos y arañas. Esto demostraría que el soñar, o al menos, la fase de sueño REM, se remonta mucho más atrás en el árbol de la vida.
Durmiendo con los peces
Los pulpos, mientras duermen, muestran un estado de “sueño activo” en el que se dan cambios de su color y textura. Además, mueven sus ojos, como en el ciclo REM. Todo esto se produce en ciclos concretos, y las modificaciones de su apariencia parecen corresponderse con comportamientos de su día a día, como el camuflaje necesario para pasar desapercibidos sobre las rocas.

Esto podría indicarnos que también sueñan, sin embargo, aún queda mucha investigación por hacer. Soñar es más que el ciclo REM, es la capacidad de imaginar situaciones durante el sueño. Dado que el cerebro de los cefalópodos, como los pulpos y sepias, se ha desarrollado con estructuras similares a las de los vertebrados, el ciclo REM habría surgido en ellos de manera independiente.
Acurrucada en la telaraña
Sin observar ojos en movimiento en algunos animales, es difícil reconocer un estado de sueño REM o algo que se le parezca. Sobre todo en el grupo de los artrópodos: insectos, ciempiés y arañas, entre otros. No obstante, existe un grupo de arañas, las arañas saltarinas (familia Salticidae), que presentan tubos retinales que se mueven. Su función es la de enfocar objetos según su distancia, como unos prismáticos.

Especialmente en las arañas jóvenes, al ser translúcidas, se pueden observar estas estructuras en movimiento. De este modo, estudios ponen de manifiesto que los tubos retinales se mueven mientras la araña se encuentra en reposo por la noche, durmiendo. No solo eso, también se mueven durante períodos de tiempo e intervalos fijos, a la par que se dan ligeros movimientos de sus patas. Son evidentes las similitudes con el ciclo REM que conocemos.
A pesar de que nos separan millones de años de evolución, no paran de aparecer fenómenos en común entre animales tan distintos. Es cuestión de tiempo descubrir si estos comportamientos similares al sueño REM tienen la misma función, demostrando así también su importancia en invertebrados para el aprendizaje y la memoria.