Cada 1 de mayo es festivo en nuestro país, conmemorando un día que fue un avance en derechos laborales
Este lunes, 1 de mayo, se celebra el Día del Trabajador, y es festivo en nuestro país, así como en la mayoría del mundo. Poco conocemos acerca de este día, salvo que se recuerdan y valoran el trabajo y su lucha. Pero lo que poca gente conoce es el motivo de esa fecha. El 1 de mayo fue un día que se marcó debido a una serie de luchas obreras ocurridas en el siglo XIX que supusieron una serie de avances en los derechos de los trabajadores.

¿Por qué se celebra el 1 de mayo el Día del Trabajador?
Los días festivos suelen tener un motivo, tanto de celebración como la fecha escogida. El día 1 de mayo no es un día cualquiera, tiene un significado en materia laboral.
En plena Revolución Industrial estadounidense, los trabajadores de las villas migraron hacia los principales puntos de trabajo del país, entre ellos la ciudad de Chicago. Los derechos laborales comenzaron a ser un tema frecuente entre los asalariados, que siglos antes trabajaban en régimen de esclavitud y ahora comenzaban a tener conciencia de sus derechos.
Nueva York fue la primera ciudad que solicitó formalmente la jornada laboral de 8 horas, siguiendo la consigna de “ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso”. Sin embargo, su implantación no fue suficientemente regulada, por lo que las explotaciones seguían siendo practicadas. Los obreros se asociaban en sindicatos, que luchaban por la defensa de sus derechos laborales. Una de las más importantes era la Federación Estadounidense del Trabajo. En su cuarta asamblea, celebrada en 1884, se acordó que desde el 1 de mayo de 1886 quedaría legalizada la jornada laboral de 8 horas, y se instó a los sindicatos a convocar la huelga si no se respetaba la norma.
En 1886, el presidente Andrew Johnson aprobó la Ley Ingersoll, que establecía la jornada laboral en 8 horas. Pese a ser promulgada por el gobierno, las empresas no cumplían con lo establecido, y los sindicatos convocaron movilizaciones ante esta situación, que fue muy criticado por la prensa, alineada con las grandes empresas, que tachaban sus reivindicaciones de “ridículas”.

Sin cambios, a la huelga
Ante el fracaso de la Ley Ingersoll, el sábado 1 de mayo de 1886, más de 200.000 trabajadores comenzaron la huelga y otros 200.000 amenazaron con el paro. Chicago, que era la ciudad que peores condiciones laborales tenía, continuó los días 2 y 3 con las protestas. La respuesta policial fue muy dura, y el día 2 de mayo disolvió con brutalidad una protesta de más de 50.000 personas, y el día 3, los policías irrumpieron sin aviso y comenzaron a disparar a la multitud, matando a cerca de una decena de personas. Ante este suceso, se convocó otra protesta el día siguiente, 4 de mayo, en el parque Haymarket, que dio lugar a la revuelta de Haymarket.
Más de 20.000 personas se dieron cita ese día, y fueron reprimidos por más de 180 policías. Durante las trifulcas, un artefacto explosivo se activó, matando a un policía y dejando varios heridos. Como respuesta, la policía abrió fuego contra los manifestantes, matando a 38 personas y más de dos centenares de heridos.
Chicago quedó en estado de sitio y se promulgó el toque de queda, torturando a cientos de trabajadores por el asesinato del policía. El 21 de junio de 1886, se inició la causa contra los 31 posibles responsables del movimiento, quedando en 8 finales culpables, en un juicio injusto y falso que acabó con 3 condenados a prisión y los otros 5 a muerte en la horca.
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Germen del Día del Trabajador
Tras varios meses de lo sucedido, a finales de 1886, varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada laboral de 8 horas, lo que supuso un hito en la mejora de las condiciones laborales. El espíritu del movimiento americano llegó a Europa a principios del siglo XX. La II Internacional, en el año 1904 en una reunión en Ámsterdam, instó a todos los sindicatos, patronales y gobiernos a la lucha para conseguir la jornada laboral de 8 horas a nivel internacional, para salvaguardar los derechos del proletariado. Así mismo, se pidió que el 1 de mayo no se trabajara, intentando crear un día a nivel mundial para recordar esta lucha.
Durante las décadas posteriores en Europa se van dando avances en el aspecto laboral, aunque el mayor impulso de dio tras la segunda guerra mundial, con la victoria del bando comunista (germen de las luchas proletarias). En nuestro país, durante la dictadura, la celebración del 1 de mayo se vio sustituida por la de San José Obrero.

La actualidad de este movimiento
A principios del siglo XXI, por parte de los medios de comunicación, surgió un movimiento fallido de cambiar la denominación de “Día del Trabajador” por “Día del Trabajo”, para desligar la celebración de su origen inicial. Pese a que está extendido ser el 1 de mayo festivo a nivel internacional, hay algunos países, anglosajones en su mayoría, que celebran esta festividad en otro día, concretamente a inicios de septiembre, ya que se quería evitar que ese día se pudiera utilizar para nuevas protestas como las ocurridas.
