El ecoturismo es un tipo de actividad que, tras la pandemia, está siendo muy solicitada. Es verdad que es muy enriquecedora, porque aporta mucha tranquilidad, nos acerca a la naturaleza, etc. Pero también es verdad que todo acto tiene consecuencia, ya sea positiva o negativa…

¿Qué es el ecoturismo?
Tal y como lo define la Organización Mundial del Turismo:
El ecoturismo es un tipo de actividad turística basado en la naturaleza en el que la motivación esencial del visitante es observar, aprender, descubrir, experimentar y apreciar la diversidad biológica y cultural, con una actitud responsable, para proteger la integridad del ecosistema y fomentar el bienestar de la comunidad local. El ecoturismo incrementa la sensibilización con respecto a la conservación de la biodiversidad, el entorno natural y los bienes culturales, tanto entre la población local como entre los visitantes, y requiere procesos de gestión especiales para minimizar el impacto negativo en el ecosistema.
Comité de Turismo y Competitividad
La idea que representa, en resumidas cuentas, es que se haga un viaje a un paisaje natural o rural, ayudando al mercado local y sin perjudicar el medio ambiente.
Para llevar a cabo esta práctica, según la Sociedad Internacional de Ecoturismo, tanto el propio turista como el que ofrece servicios deben seguir los siguientes siete principios:
- Minimizar los impactos negativos, para el ambiente y para la comunidad, que genera la actividad.
- Construir respeto y conciencia ambiental y cultural.
- Proporcionar experiencias positivas tanto para los visitantes como para los anfitriones.
- Proporcionar beneficios financieros directos para la conservación.
- Proporcionar beneficios financieros y fortalecer la participación en la toma de decisiones de la comunidad local.
- Crear sensibilidad hacia el clima político, ambiental y social de los países anfitriones.
- Apoyar los derechos humanos universales y las leyes laborales.
¿Es lo mismo Ecoturismo y Turismo Sostenible?
Son dos conceptos diferentes, pero con ciertas similitudes. Ambos buscan la responsabilidad ambiental en el trascurso de un viaje, pero el ecoturismo se centra más en el mercado local y la conservación de la naturaleza, mientras que el turismo sostenible trata de disminuir el impacto ambiental y aumentar la sostenibilidad.

El ecoturismo, en consecuencia, implica más limitaciones a la hora de realizar un viaje, mientras que el turismo sostenible abarca más variedad de lugares. Un ejemplo para visualizar mejor las diferencias, es que el ecoturismo se centra exclusivamente a viajes rurales y en la naturaleza, mientras que el turismo sostenible puede consistir en visitar una ciudad, acudiendo a los distintos lugares a pie como alternativa al transporte en coche.
¿Puede perjudicar este tipo de actividades a la naturaleza?
El descubrimiento de nuevos lugares, tanto naturales como rurales, enriquece nuestra cultura, y tras haber vivido la experiencia, uno vuelve con la mente cambiada, con más paz. La cuestión es que estas actividades presentan muchos puntos positivos, tanto para la propia persona como para los mercados locales, pero, ¿hasta qué punto es viable que todos sigan este mismo camino?

Un estudio realizado en 2020 en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, menciona la explotación de la cultura rural, haciendo que, al incrementar los turistas, se centrasen más en atraer a las personas en vez de mostrar su cultura y su mercado local, teniendo como consecuencia la pérdida progresiva de sus propios valores.
Otro ejemplo mencionado en el mismo estudio es la urbanización del lugar, por aumentar las residencias en la zona. La presencia de más personas, ya sean residentes o turistas, implica la construcción de más infraestructuras, por lo que se pierde naturaleza y tranquilidad.

En conclusión, tal y como dice el dicho, “Todo en exceso es malo”. Siempre podremos disfrutar de un momento de paz y tranquilidad en la naturaleza, siempre y cuando no rompamos las costumbres de la zona, o estropeemos el paisaje natural que los hace únicos.