El Rey Emérito, Juan Carlos I, aterrizó el martes en Londres para disfrutar del partido de vuelta del Chelsea y el Real Madrid y después puso rumbo a Sanxenxo para acudir a la regata en la que participará su barco “Bribón”
Juan Carlos I aterrizó ayer en el aeropuerto Peinador de Vigo en un avión privado de la familia real árabe. El emérito llegaba a España después de pasar dos días en Londres (Reino Unido), donde se sabe que el lunes tuvo una cena con amigos en un club exclusivo y, el martes, asistió al partido entre el Chelsea y el Real Madrid de la Champions. Es la segunda vez que visita el país después de irse a vivir a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) en 2020.
El ex jefe de Estado tiene intención de estar el resto de la semana en Galicia, disfrutando de las regatas con su equipo del “Bribón”, sin planes para pasar por Madrid.
Juan Carlos I tiene una meta en mente y según fuentes de su entorno, es defender el título de campeón del mundo de vela de la clase 6M el próximo mes de septiembre. El cual se disputará en la isla de Wight (Reino Unido) y quiere entrenar con la tripulación. Este fin de semana, además, hay una regata en Sanxenxo que forma parte de la Copa de España.
En Sanxenxo se alojará, como en su primer viaje (mayo de 2022), con la familia Campos. Hay una voluntad general de que este viaje sea más discreto que el primero, que molestó a su hijo Felipe VI, como él hizo saber.
Hasta junio de 2019, la Zarzuela se había encargado de dar a conocer la agenda de Juan Carlos a los medios de comunicación, pero desde esa fecha Felipe VI decidió que su padre dejaría de representar a la institución públicamente y disfrutaría de su vida privada.
LLEGADA DE JUAN CARLOS AL PARTIDO
Llegó al estadio de Stamford Bridge segundos antes que el autobús del Real Madrid. Florentino Pérez acompañaba al equipo y se bajó del autobús, pero en ese primer momento no se produjo un saludo entre el presidente y el emérito.
Después Juan Carlos dio la vuelta al estadio para dirigirse en un todoterreno hasta la puerta de acceso a la zona VIP del estadio, donde se bajó entre el revuelo del público. Mientras se bajaba del coche para dirigirse a la puerta de acceso sonaron algunos aplausos y hasta un “¡Viva España!” salido espontáneamente de los aficionados, algunos de ellos españoles, que presenciaban su llegada.